jueves, 25 de marzo de 2010

CAP IV

Tali salió del cuarto de Gael y se dirigió a la habitación de Viveska, su hermana de crianza y confidente. Entró al cuarto y no la encontro, supuso que estaba en la terraza y estaba alli junto a su amado Aleksandr, el hombre de confianza de su padre, Sasha, como le decian de cariño, era todo un misterio, encantador pero de mirada peligrosa. Era un mal momento para interrumpirla así que se dirgió a su habitación para estar un rato a solas y escribir en su dirario...Su otro confidente.

"Se que te he tenido olvidado, pero, sabes ayer Sasha trajo a un hombre de la cárcel, venia muy mal herido y débil, se veia tan inocente y agobiado, cuando mi madre aún vivia me enseño algunos remedios que se veian en su tierras, así que me ofrecí a curarlo y cuidarlo, eso si, no sin antes recibir instrucciones muy precisas de parte de mi padre. 1. No descuidarme en ningún momento pues era un hombre al que acababan de sacar de la cárcel 2. Tendría que estar con mi ama, pero esta tendría que estar en un lugar no visible 3. Si aquel personaje llegara a preguntar por él debía retirarme enseguida. No sabes lo que me costo salir de aquella habitación, sus ojos hipnoticos me hechizarón, sentía una necesidad incontrolable de cuidarlo hasta que recobrara todas sus fuerzas. Estaba helado, cuando pose mi mano sobre su hombro, me estremecí por el frío contacto con su piel. Parecio sorprenderce, pero cuando me vio, cuando nuestras miradas se cruzaron parecio que toda una eternidad se hubiera congelado. Sonrio y luego hablo con una potente voz de tenor. Debe cantar muy bien, espero que cuando se recupere mi padre nos permita cantar algunas canciones en el salón principal, como hacemos aveces con los invitados...Me despido, mi ama me esta llamando. Parece que ocurrio algo."

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