jueves, 19 de agosto de 2010

Cap XVI (2)



Gael se retiró de la oficina y estuvo largo tiempo en el patio de la fuente, miraba el agua, no se reflejaba ni siquiera en esta, seguro no tenía alma, ¿Corazón tendría?


-Quisiera pedirle un favor con todo el respeto que usted se merece ¿Podría usted concederme el honor de ir al baile de mañana en la noche con Tali? - Gael se giró para ver de frente a Leon que habia estado observandolo desde el balcón de su oficina.


-Creo que eso no debe preguntarmelo a mi si no a ella. Ella es la que va a ir con usted. No yo. Yo le doy mi permiso, considero que es usted un caballero. Le aconsejo que vaya al encuentro de mi hija ahora, ella tiene muchos pretendientes, la mayoria están en la "Orden De Los Caballero De Fuego." Aunque ella desconozca la existencia de este clan. - León se dio la vuelta para volver a entrar a su oficina. Gael se disponia a salir del patio, para dirigirse a la sala de instrumentos donde se encontraroa Talí. - Ah! y una ultima cosa Gael. Estoy seguro que sí tiene corazón. Usted es capaz de amar y de odiar, eso solo se puede hacer con un corazón. - León desapareció entre las grande y espesas cortinas vinotinto que cubrian el gran ventanal que era la puerta del balcón de su oficina. Gael solo suspiro.

Entró a la habitación Talí estaba cantando una melodía melancólica acompañada del piano. Sonaba como la lluvia en la noche.

"Mis lágrimas caerán en el vació de la oscuridad
Ahora serán estrellas, iluminando tu ser.
Se perderán en el misterio de la soledad,
En tu alma incapaz de creer."

-Hermosa melodía, hermosa canción. ¿La hizo usted señorita? - Preguntó Gael timidamente.
-Señor Gael, no me habia dado cuenta que usted se encontraba aquí . - Tali se habia sonrojado. - Sí, la canción es mia. Pero nosé me parece que la falta algo.

-Mmmm empieze otra ves porfavor, en la parte en la que la interrumpí. Si usted quiere obviamente. - Gael se puso frente al piano mirando a Tali. Ella empezó a tocar la melodía, cuando empezó a cantar, Gael la acompañaba en la segunda y cuarta oración.
"Mis lágrimas caerán en el vació de la oscuridad
Ahora serán estrellas, iluminando tu ser.
Se perderán en el misterio de la soledad,
En tu alma incapaz de creer."

Cuando terminaron de cantar, se sentía un ambiente de nostalgia en la habitación, pero también el ambiente que tiene la nostalgia luego de que una fuerte tormenta a pasado y una flor empieza a nacer.

-Tali , yo queria pedirle, que me concediera el honor de ir con usted al baile que dará su padre mañana por la noche. - Gael la miraba a los ojos embelesado.

-Mi padre dará un baile? Con motivo de qué? - Preguntó Tali. Una dama nunca debe decir que sí, enseguida.
-El motivo mi dulce señorita ha de preguntarselo a su padre. ¿Qué dice entonces de mi humilde petición?

-Usted ha sido el primero en informarme y pedirme esto. Si, acepto ir con usted al baile. Pero nada más.

-No pido nada más señora, sólo que no deje solo a su humilde servidor.

-Entonces me retiro, para informar a mi prima y a mi ama sobre esto y prepararnos para mañana. Hasta luego.

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El baile



Tali compró un vestido azul que resaltaba sus ojos, tenía un delicado collar de perlas alrededor del cuello y su cabello suelto le caia en sus hombros, enmarcando la belleza de su cara. La máscara que llevaba era plateada con adornos en escarcha del mismo color que la resaltaban más y en la parte media superior llevaba una pluma de color indigo. Gael estaba al fondo del pasillo de las habitaciones, al verla salir se quedo perplejo ante semejante ángel. Tali llegó hasta donde el y le ofreció su mano para que este la besara. Y él así lo hizo.


-Se ve usted realmente hermosa.


-Gracias. - Tali agradeció llevar puesta la máscara pues se habia sonrojado ante el cumplido, además que su expresión hubiera delatado lo bien que se veia Gael. No parecia humano, era demasiado bello para serlo. -Supuse que usted no estaría enterado que los bailes que hace mi padre siempre llevan por costumbre portar máscaras. Me tome el atrevimiento de conseguirle esta, nosé porque pense que se vestiria con un traje negro y agradezco al cielo que así fuera, pues la máscara que compre es plateada casi que igual a la mia, solo que lisa y con un solo adorno, una pluma del mismo color, pero en la esquina superior derecha de la máscara espero que le guste. - Tali le entrego la máscara. Gael la miró y sonrió.


-Podría usted? Por favor. - Gael le pidió a Tali que le ayudara a ponerse la máscara y ella así lo hizo. Cuando estuvieron listos bajaron las escaleras y se perdieron en las danzas que empezaban pasando desapercibidos.

En el momento en que la danza que estaba sonando se detuvo, Vivesk bajó las escaleras, llevaba puesto un vestido rojo que la hacia ver más voluptuosa, todos los caballeros fijaron su mirada en ella, porque además no llevaba la máscara puesta si no en la mano. Sasha la miró boquiabierto, realmente se veia como toda una mujer, le dolió en lo más profundo del alma, sentía que la estaba perdiendo "No me hagas esto Vivesk, porfavor que me matas." Dijo en un susurro para sí. Un caballero perteneciente a la orden del fuego le ofreció la mano a Vivesk para ayudarla a terminar de bajar las escaleras, todo estaba en silencio.


-Podrían tocar la siguiente pieza? Por favor. Os suplico ha esta bella dama que me la conceda. - Dijo el caballero en voz alta.


-Su petición será consedida apenas la música empieze a sonar. - Contesto Vivesk en tono coqueto.


- Permitame. - Pidió el caballero para ayudarla a colocarse la máscara. El caballero era alto, de la misma estatura de Sasha, llevaba el cabello dorado largo, y tenía una máscara que le cubria todo el rostro, era blanco y su voz como su cuerpo eran muy varoniles. Él y Vivesk bailarón la primera danza completa, sin pausas, bajo la mirada de todos y de ninguno. Bajo la mirada de Sasha.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Cap XVI (1)


Viveska estaba esperando a Sasha a una distancia prudencial de la puerta, Sasha aún tenía presente el recuerdo de su padre y de su hermano cuando practicaban con las flechas encendidas, él no habia querido ser parte del clan, pues no creia en vampiros. Aún sentía el dolor punzante del recuerdo.

-¿Qué te pasó, amor? - La voz tierna de Viveska y la mano de ella sobre su mano herida, interrumpieron sus recuerdos.

- Nada que te importe, estoy bien. - Sasha aparto su mano bruscamente de la de ella. En los momentos en los que más recordaba su pasado, menos le gustaba parecer vulnerable.

- Sasha, solo estoy preguntando que tienes, ¿Qué pasó ahí adentro? - Viveska trato de acercarse, pero Sasha la tomó del brazo y la empujó hacia afuera del corredor.

- Sasha! sueltame! Me lastimas! - Viveska trataba de soltarse, pero la fuerza de él era en todo momento superior a la de ella. - Sasha! Suletame, O si no...

- O si no qué?! - Respondió él en tonó petulante.- ¿Qué me vas a hacer? - Al formular la pregunta, Sasha sujeto por la cintura con las 2 manos a Viveska, poniendola frente a él, mirandola directamente a los ojos.

- Alexandr! Eres un patán! - Viveska le dió una bofetada y salió corriendo a su habitación. Sasha reacciono en ese instante, había lastimado a la mujer que amaba. Salió corriendo detrás de ella.

- Viveska, querida! espera! - Trato de deternla, pero ya estaba muy lejos y cuando logro alcanzarla, ella entró a su cuarto y le cerro la puerta en la cara. - Abreme Viveska, amor! Por favor disculpame! - Sasha tocaba insistentemente a la puerta, después de un rato se dio cuenta que ella no iba a abrir. - Esta bien en algún momento tendras que abrir y yo estare aquí afuera esperandote. Sasha se sento recostado a la puerta. Después de un rato Viveska abrió la puerta, Sasha estaba absorto en sus pensamientos martirizantes sobre la pelea con su amada y no se dió cuenta cuando ella fue a abrir la puerta, por este motivo cayó de espaldas dentro del cuarto de la joven y a los pies de ella. - Hola amor, sabía que tendrias que abrir la puerta. - Dijo en tono tierno mirando hacia arriba, hacia la cara de ella.

-Alexandr, podría usted ponerse en pie? Por favor... - Viveska estaba altiva. Sasha cumplió con la petición. - Usted cree que puede jugar conmigo? Pues le digo desde ahora que no es así...

-Amor, eres mi vida lo sabes. Mi dama... - El tonó y la mirada de Sasha dejaban en claro un arrepentimiento sincero, hizo dudar un poco a Viveska de lo que iba a decir, pero la rabia y el dolor pudieron más.

-Alexandr, Te amo con toda el alma, lo sabes, pero estoy aburrida de esta situación. Yo no soy un juguete soy una mujer, y tengo dignidad. - Viveska se quitó del cuello el collar en plata que Sasha le habia regalado, cuando ella le dio el si. Ese collar era de la madre de Sasha y tenía como dije un granate tallado en forma de corazón, su color era el de la sangre. - No puedo seguir soportando esto. Creo que esto te pertenece. - Viveska abrió la mano herida de Alexandr y le entrego el collar. - Ahora porfavor retirate. Sasha la miro intensamente, suplicando perdón con la mirada, el dolor se veia a traves de sus ojos. Apreto el collar en su mano y se giro para salir.

-Te amo.- Dijo Sasha cuando dio el paso hacia afuera. Viveska cerro la puerta.

martes, 17 de agosto de 2010

Cap XV


-Es una nota de "Los caballeros del fuego." - Dijo Sasha aún adolorido. - Lo reconozco porque mi padre pertenecía a ese clan y acostumbraban a mandar mensajes y notas por medio de flechas encendidas.

-Qué manera más cordial! - Comentó Gael en tono irónico.

-Es una tradición para auyentar a los enemigos, esa gente es muy creyente. - La respuesta de Sasha era tranquila y relajada, no habia defensiva en ella.

-Dice que están enterados, de que un nuevo miembro a llegado a nuestra familia, que conocen su condición, pero a la vez saben que no es peligroso. Dice al final:
"siempre presents pour Ça que nos pouvons fait. Contre notre enemié toutes les temps"

-Es la proclama de ellos, siempre luchar contra los enemigos de Dios. - Sasha estaba absorto en sus propios pensamientos. - ¿Fueron ellos los que  dijeron los secretos de las piedras preciosas, verdad?

-Así es. - Respondió Leon. - Mañana en la noche ofreceremos para ellos un banquete, presentaremos a Gael como un primo de Talí por parte de su madre. Es mejor tenerlos como amigos y aliados, que como enemigos y jueces. - En ese momento Viveska llamó a la puerta preguntando que si todo estaba bien.

-Será mejor que salga, debe estar preocupada, por mis gritos.- Dijó Sasha y se retiró del despacho.

domingo, 15 de agosto de 2010

Cap XIV


Sasha entró a la oficina de su padre adoptivo, Gael estaba sentado frente a este y este a su vez estaba sentado en su escritorio de frente a la puerta, alzó la mirada cuando Sasha entró y luego sonrió.


-¿Cómo estuvo la primera clase, Sasha? - Preguntó seriamente el señor Leon Mawson.

-Estuvo excelente. Vivesk me ha dejado sorprendido su manejo de la espada es muy bueno. Como si alguna vez hubiera recibido algún tipo de entrenamiento. - Sasha había bajado la cabeza, pues el recuerdo de todo lo que habia pasado estaba presente y se habia sonrojado.

-Eso es muy bueno.- Leon sonrió complacido.- Se me habia olvidado, cuando ella era pequeña y su padre aún vivia, él le enseño a utilizar la espada. Al parecer de alguna forma se acuerda aún de eso. Sientate Sasha, por favor.

-Dígame padre para que usted me necesita aquí? - Preguntó Sasha después de sentarse.

-Veras la noche de ayer, comprobe con el señor Gael, que lo de los cristales de esmeralda es verdad en los de la antigua raza. Hoy quisieramos comprobar que efecto tienen sobre tí.

-Lo que usted me ordene mi señor. Yo lo cumplire. -Sasha amaba en gran manera a aquel hombre que lo había salvado de su destino incierto. Estaba dispuesto incluso a dar la vida por él.


Leon se levanto de su asiento y busco en uno de los cajones de la gran biblioteca que estaba a su espalda. Sacó de ahí un cofre mediano, lo colocó sobre su escritorio y lo abrió. Dentro había varias piedras preciosas. Le pasó una cadena de plata a Gael, esta tenía un dije en plata redondo y dentró de este, incrustada estaba, una pequeña media luna de rubí.

-Gael, si no estoy mal este amuleto será la contra de los cristales de esmeralda. Colocatelo es tuyo. - Gael así lo hizo. Luego Sacó, el mismo collar del cual pendia una pequeño pedazo de esmeralda en forma de serpiente. Lo acerco a Sasha, sobre el cual no tuvo ningún efecto el pequeño artefacto. Luego lo acerco a Gael, quien tenía colgada la cadena. Sobre él tampoco hubo ningun efecto. Leon sonrió. -Ahora probaremos, que efecto tienen sobre tí, Sasha, los zafiros azules.- León saco un anillo de oro que tenía grabado un dragón, los ojos del dragón eran 2 hermosos zafiros. También sacó un anillo de oro igual al anterior, su unica diferencia era que este era de plata. Sasha colocate los 2, en una sola mano por si funciona solo tengas herida una mano. Eres zurdo, entonces utilisalos en la derecha.- Sasha siguió las indicaciones al pie de la letra. Se puso el anillo de oro en el anular y el de plata en el meñique, ya que este ultimo era más pequeño que el anterior. No habia pasado ni un minuto cuando el anillo de oro, empezo a quemar la piel de Sasha, empezo a salir sangre en grandes cantidades de donde tenía puesto el anillo. Gael tomó la mano de Sasha y desprendió de esta el anillo, que parecía haberse incrustado en el dedo de Sasha. Sasha gritaba desesperado, la herida que tenía en la mano era realmente asquerosa, se alcanzaba incluso a ver parte del hueso. León estaba desesperado, busco en uno de sus cajones un vendaje. Gael le hizo señas de que se tranquilizara, tomó otra vez la mano de Sasha y posó su mano sobre la herida, cerró los ojos y luego de un rato los abrió, quito la mano y la herida de Sasha estaba casi cicatrizada. Este lo miró y le dio las gracias en silencio. Lo unico que dijo León, que estaba perplejo fue. -Interesante.- Todos estaban concentrados en la mano de Sasha, y una flecha encendida los tomó por sorpresa. Está habia entrado por la ventana y habia caido sobre el escritorio.