domingo, 20 de junio de 2010

Cap X


-Elizabeth!? Qué haces aquí? Como...Como sobreviviste? - Gael trataba de controlarse. No podía, sentía una necesidad incontrolable de proteger a Tali. Presentía que Elizabeth era una amenaza para la vida de esta.-Ya ves amado mío! -la forma de pronunciar esas palabras, hicieron que un escalofrío recorriera el cuerpo de Gael. - Pocas personas saben cómo matar a un vampiro, y la inquisición...bueno no es muy diestra en estos asuntos. - Elizabeth se había aproximado demasiado al rostro de Gael y lo acariciaba con la mano derecha.-Elizabeth, por favor aléjate de mí, hace mucho que nos distanciamos, demasiado, ya yo no significo nada para ti...- Gael le dio la espalda.-Ni yo para ti! Tienes a tu nueva amante, la hija del que te saco de la cárcel, esa..- Calla! con ella no te metas Elizabeth, que así como me conociste una vez, ahora me desconoces.- Gael la había vuelto a enfrentar, tenía la mirada incendiada con una ira que él desconocía hasta ese momento. Una frialdad que Elizabeth desconocía por completo.-Vaya que es importante para tí, por como me miras, supongo que no me podre acercar a ella durante un buen tiempo, por lo menos no hasta que regenere mi ser. -Te lo advierto, déjala en paz. ¿Qué quieres de mi? ¿Por qué has vuelto?-Tú mi querido, estas unido a mi por el lazo, creador/creatura. -Yo mi querida, no soy tu pertenencia, nunca la fui, nunca la he sido, nunca la seré. -Gael tenía agarrada por un brazo a Elizabeth, su voz se había vuelto oscura, monótona, fría. ¿Qué producía que quisiera proteger a la joven hija de su "salvador" de esa manera? No tenía la respuesta. -Gael mi niño, cuanto te deseo. - Elizabeth había logrado acercar su rostro al de él y sujetarlo por la nuca. Trato de besarlo, pero Gael la empujo y la tiro al suelo. -Yo te detesto, me causas repugnancia, ahora veo que tu exterior es igual a tu interior. -Nunca me amaste por lo que veo. Solo te importo mi físico...-Cállate, sabes que no fue así, te amaba cuando eras humana, te amaba cuando eras un ángel ahora eres... eres...-Dilo, di quien soy, di que soy la nueva Bathory...Di que soy un demonio. Porque lo soy, pero tu también, eres un inmortal.-Puedo ser un inmortal, pero mi alma o lo que sea que tenga, no es de un demonio, sabes que trato de no serlo, sabes que si no fuera porque trate de amar tú nuevo ser nunca hubiera probado la sangre inocente. Ni ninguna sangre.-Eres débil - Elizabeth se había logrado poner de pie.-Si, probablemente lo sea. Pero no me retes a probar cuan despiadado puedo ser. Porque no dudare en serlo.-Que miedo...Pff por favor Gael, simplemente vine por ti, tú me necesitas para vivir. No. Para sobrevivir en este mundo. Vámonos de aquí, sígueme, todo será igual que antes. Parecido, quise decir.-No Elizabeth, recuerda que cuando uno ama con gran intensidad a alguien, cuando ese amor se vuelve odio la intensidad se duplica. Ahora te odio el doble de lo que te ame...-Esta bien, otro día nos encontraremos, pero antes, te daré una lección... Dreak, Ion, les doy el honor...Dos lobos gigantes salieron al encuentro de Gael, no hay nada mejor para desgarrar la piel de un vampiro que unos colmillos de lobo, la saliva de los hombres lobo tienen un veneno corrosivo para la piel de los vampiros. Un primer lobo se lanzo al encuentro de Gael, cuando iba a morderlo este lo atajo y le dio vuelta a la cabeza, sonó en seco, como si algo se hubiera quebrado, si no lo habia matado por lo menos lo habia dejado fuera de combate por un tiempo. Cuando se giró para darle la cara a un segundo lobo, vió que las fauces de este estaban abiertas, a punto de cerrarse en una mordida letal en su cara. Se escucho un disparo.


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