martes, 20 de julio de 2010

Cap XIII


-Aquí hay espacio suficiente para practicar los cuatro, pero creo que sería mejor que cada pareja practicara por turnos. -Dijo Sasha viendo el espacio, desconocido para él, a pesar de que conocía casi toda la gran casa, nunca habia estado ahi. Ni cuando niño. Había aprendido el arte de las armas en el patio de la fuente. - Si nos permitieran ustedes usarlo esta tarde, se los agradeceria.



-Creo que si no hay ningún problema por la señorita Tali. Esta bien. -Gael estaba distante y pensativo.



-No, por mi no hay ningún problema, así tendre tiempo de ir a comprar algunas cosas con mi ama.



-¿Entonces nos retiramos? - Gael le sonrio, y le ofreció su brazo, Tali acepto y salieron de la estancia.






-Bueno lo primero que has de saber es la posición del cuerpo. - Sasha le entregó un florete a Vivesk.- Primero debemos estar en posición firme, como los soldados. Primero juntamos los pies de forma en que los talones queden formando un angulo de 90° después damos un paso medio largo con el pie de adelante. Mirada siempre al frente. Levantamos el brazo en ángulo recto y la muñeca debe estar un poco más arriba que el cuerpo de la espada. - Sasha hablaba de manera seria, con voz suave. - A mi me enseñaron con la practica así que mantente todo el tiempo con la espalda recta. Ahora atacame. Vamos a luchar un rato luego te corregire, lo que haya que corregir.






Empezaron a luchar, Viveska tenía muy pocos errores y depronto, cuando Sasha menos esperaba, lo venció. Él no estaba acostumbrado a que nadie lo venciera, era el mejor en el arte de la lucha con espada. Se levantó sin mirar a Viveska y salió del estudio. Viveska lo vio marcharse sacudió la cabeza en gesto de negación y luego se rió. Lo siguió.




-Espera, no te pongas así. -Viveska lo tomo de la mano y lo atrajo hacia ella, Sasha tenía la mirada oscura, un mechón de cabello caía sobre su rostro. No levantaba el rostro.




-Lo siento. - Sasha se giro, para irse.




-Espera, te vas a ir y me vas a dejar aquí! Así! vamos amor, no seas tonto! -Sasha se detuvo y se devolvio hasta donde Viveska. La atrajo hacia él con sus brazos. La miro a los ojos. Viveska lo miro a los ojos, ojos negros. Ella sabia que la oscuridad que lo envolvia la hacia perder la cabeza.- No ahora no. - Fue lo unico que pudo decir. Sasha sonrió. Viveska sabia que habia perdido la batalla. No se resistio más a los encantos de su caballero. Sasha la besó, como si ella fuera lo más frágil de mundo, luego la cadencia del beso fue subiendo la intensidad. Perdieron la noción del tiempo y el espacio.




-Disculpen, que llegue en mal momento...pero... Sasha mi padre lo necesita en el patio principal. -Tali no los miraba estaba de espalda a ellos, sonriendo. Viveska se sonrojo y Sasha bajo la cabeza riendose, como cuando era niño luego de jugarle alguna mala pasada a la ama.




-Esta bien. Permiso. - Sasha se iba riendo. - Viveska me ganaste una batalla pero no la guerra.




- Qué dices? Vamos si fue tu primer beso también!- Gritó Viveska y se sonrojó aún más, no era capaz de ver a su prima. Sasha se detuvo, se giro y se regreso hasta donde su dama, la acorralo contra la pared y la miro a los ojos. La volvió a besar con mucha más pasión que antes. Se detuvo y retomo su camino al patio.




-Ya no es más el primero. -Le grito a Viveska entre risas y se perdio entre los corredisos.




-Que ternura. -Dijo Tali.




- Por favor no digas nada.




-Jajaja, agradece que no fue mi ama la que los vio. Sabes Sasha me cae mejor ahora.




-Te vere en las mismas con Gael y entonces será mi turno de reir.




-Pero que cosas dices Viveska!




-A mi, no me engañas.










martes, 13 de julio de 2010

Cap XII


Tocaron a la puerta y Gael despertó aturdido, estaba profundamente dormido, se levantó rápidamente. Se percató entonces que no le dolían los antebrazos, se miro las muñecas estaban sin un rasguño, si bien era cierto que las pasadas horas, había empezado su rápido proceso de curación era un hecho que las heridas causadas por objetos benditos eran las que más llevaba tiempo curar, incluso semanas. Abrió la puerta delante de él estaba Tali y su padre se encontraba detrás de ella.

-Buenos días Gael, tenemos que hablar Viveska, Sasha, mi padre, usted y yo algo muy importante. - Sasha y Viveska se encontraban detrás de la pared por eso no los había visto. - Nos preguntábamos si... podría usted acompañarnos? - Tali lo miraba con una dulzura que su corazón adolorido, no entendía.

-Claro señorita. Podrían ustedes...? - Gael se miró la camisa, estaba vuelta pedazos, gracias al lodo y a la lluvia de la noche anterior.

-Por supuesto. -Respondió Leon - 2 minutos lo esperamos acá afuera.

Gael cerró la puerta y se cambió, salió y siguió al resto de la tropa.
Llegaron a un estudio de grandes puertas hechas del más fino roble, algunos tallados tenían sándalo, el agudo sentido del olfato de Gael lo percibía tal vez con más intensidad que el resto. Al entrar en el gran salón, no era la sala llena de libros y muebles que él esperaba, si no una gran sala para practicar esgrima.

-Aquí Señoritas, se les enseñaran el arte del esgrima, Sasha enseñara a Viveska y el Sr. Gael a Tali. Aunque para muchos las mujeres no deben saber de armas, para mi si, y más si la vida de mis dos pequeñas está en riesgo. Considero que estos dos caballeros serán perfectos instructores para ustedes y además las sabrán tratar como lo que son. Unas damas. Ahora, no solo les enseñaran esgrima si no que el joven Gael los instruirá sobre algunas cosas que deben saber, pues hay enemigos más poderosos que un humano. Hay enemigos, que querrán vuestra sangre.

-Nuestra sangre? -Pregunto Viveska.

-Sí, su sangre. Pero Gael se encargara de explicarles luego, solo puedo aportar que alguna de las contras más populares, son portar crucifijoss, ajo en los bolsillos -pero como ustedes son señoritas no creo que quieran oler a ajo- llevar siempre un poco de agua bendita, para espantarlos. En fin...

-Vampiros? Padre? -Preguntó Tali asombrada. Gael mantenía un poco baja la cabeza y la mirada clavada en algún punto lejano.

-Sí. También sé que con cristales de esmeralda, roseados con agua bendita, los seres que tienen alguna conexión con los primeros creados, caen en un profundo sueño por algunas horas, que servirán para escapar en determinado caso que se este en su dominio, esto tiene un punto no tan a favor y es que les proporciona también la capacidad de curarse rápido si se les ha causado alguna herida. Estos os los podría dar, pero, como premio al finalizar satisfactoriamente su entrenamiento, pues son costosos. A usted Gael estos cristales por alguna razón le causan alergia lo comprobé ayer en nuestra pequeña platica. Espero que se encuentre usted mejor, disculpe si le ocasione alguna molestia al mostrárselo.

-No. No se preocupe señor. Me encuentro bien.

-Me alegro, entonces esta misma tarde empezaran las clases.